¡¡¡BIENVENIDOS!!!

Este será nuestro espacio en INTERNET para compartir producciones. Los invito a leer las hermosas "ocurrencias" de sus compañeros, las de papá, mamá y abuelas que con tanto agrado nos acompañan en los talleres de escritura y a...ANIMARSE Y ESCRIBIR AQUÍ ESOS CUENTOS MARAVILLOSOS QUE ESCRIBEN EN SUS CUADERNOS.
¡ADELANTE CHICOS!
JUNTOS, (USTEDES, SUS FAMILIAS Y YO), RECORREREMOS ESTA HERMOSA EXPERIENCIA.
LA SEÑO.

miércoles, 16 de junio de 2010

ASÍ CELEBRAMOS EL DÍA NACIONAL DEL LIBRO...leyendo,






LA LECCIÓN DEL GIGANTE

En un bosque lejano había un castillo muy grande, frío, oscuro y tenebroso. En ese castillo vivían un rey y una princesa muy linda que se llamaba Flor de Lipa y tenía como amigos a un pulpo rosado, un pequeño sapo verde y un viborón de agua.
Cerca del castillo vivía un gigante muy malo, malísimo.
Cierto día el gigante fue al castillo a atacar a flor de lipa, llevaba una gran rama de árbol para pegarle a la princesa. Pero el rey, que siempre estaba atento al peligro le tiró una espada que tenía un poderoso tranquilizante en la punta.
Los amigos de la princesa hablaron con el gigante y lo convencieron para que se hiciera bueno y él aprendió que tenía que ser bueno con los demás.
Luego el gigante fue bueno con la gente y un día todos se reunieron a comer en el castillo: el viborón comió gusanos, el pulpo calamares, el gigante un pavo, la princesa sopa de vegetales y el rey mazamorra. Todos compartieron el mismo postre: helado y fueron muy felices.

EL MUNDO AL REVÉS

Había una vez un pueblito llamado “Mundo al revés” porque todo lo que allí pasaba era diferente a las otras ciudades. Allí vivían Kakách que era un indio guerrero, una señora muy mentirosa y Coqueta y su hermanito menor que se dedicaban a cuidar un rebaño de arañas.
Cierto día Coqueta y su hermanito estaban cuidando a las arañas para que no las comiera Kakách porque su alimentación consistía en arañas gigantes, pero el sueño los venció y los dos se durmieron. El guerrero llegó al lugar y comió a las arañas más grandes del grupo.
El domingo la señora mentirosa fue a casa de su suegra y dijo que su gata Luna se había ido a bañar al río y que un sapo que hablaba sabía quién había comido a las arañas, que el sapo le había dicho que Kakách se había comido las arañas gigantes.
Nadie le quería creer porque ella siempre decía mentiras. Para que los vecinos comenzaran a confiar en ella fue a hablar con el guerrero y lo convenció de que no comiera más arañas.


LA SELVA DIVERTIDA DE LA VICUÑA

Había una vez una selva inmensa, gigante, con pastos amarillos y árboles muy altos con hojas rojas. Las casas de sus habitantes estaban construidas con árboles: el tronco y las paredes eran de hojas de palmeras y el techo de hojas de ombú.
Una de las familias que allí vivían estaba integrada por el padre Kakách, la esposa Kokua y sus dos hijos: Tanqui era el mayor y el menor era un duende al que llamaron Brinca Tablón. Una tarde los hijos estaban muy tristes porque no tenían mascota y su papá, que los veía llorar también se entristeció y fue a buscarles animalitos al gran pantano de la selva.
Cuando llegó al lugar se encontró con un cocodrilo feroz, terrorífico y malo, ¡sintió un escalofrío! Pero siguió buscando mascotas. Más tarde encontró a una dulce vicuña y a un alegre mono. A Kakách le dio pena llevárselos como mascotas y sacar a estos animalitos de su hogar, entonces tomó una decisión: que todos los días sus hijos fueran a visitar a los animales.
Todos se sintieron muy felices y aprendieron una gran lección: que no todos los animalitos porque son lindos y buenos se pueden llevar a vivir con las personas como mascotas y así todos vivieron felices por siempre.





LOS AMIGOS
Había una vez una selva muy grande y calurosa en el día, pero a la noche era muy fría. Allá vivían los indios en toderías y una princesa aborigen llamada Deslinda tenía un castillo alto, dorado y muy bello. Todos vivían con miedo porque un gigante malvado quería matar al cacique Jualá.
Un día formaron un grupo para luchar contra el gigante y pidieron ayuda a Peter Pan que llegó a ayudarlos acompañado de sus colaboradores: el cabrito y el elefantito Belfo.
Salieron todos a recorrer la selva y se encontraron en un lugar misterioso con el gigante. Hicieron un campamento para enseñarle a compartir.





lunes, 26 de abril de 2010

CUENTOS PARA REFLEXIONAR







SILICIUM ESTÁ EN PROBLEMAS


Cierta vez, en un bosque muy lejano vivían cuatro caballeros que se ayudaban continuamente. Eran muy amigos porque eran los únicos hombres que vivían en todo el bosque. Sus nombres eran: Arnicus, Silicium, Libelius y Mercurius.
Arnicus era un caballero bueno, porque todo el día ayudaba a sus amigos a cazar lo que necesitaban para sobrevivir.
Mercurius era un gran amigo, generoso, solidario y tolerante con los demás. Para él no importaban las diferencias.
Silicium era el que más conocía de caza de animales salvajes y no dudaba en compartirlo con sus amigos.
Libelius era bueno y tolerante, y siempre aconsejaba a los demás para que fueran como él. Un día soleado salió a caminar y de repente se encontró con Silicium que había quedado atrapado en una trampa para osos. Arnicus hizo todo lo que pudo para sacarlo pero no lo logró, entonces fue corriendo a buscar a sus otros amigos. Cuando todos llegaron, Silicium estaba allí, esperando pacientemente.
Entre todos hicieron un gran esfuerzo para rescatarlo y lo lograron. Silicium agradeció a todos y se fueron contentísimos


ENSEÑANZA: siempre debemos ayudarnos unos a otros, sin importar las diferencias, actitudes o profesiones.



LAS MENTIRAS DE MARCOS




Había una vez un niño llamado Marcos, a él le encantaba mucho mentir.
Un día Marcos fue a la escuela y no había realizado las tareas cuando de repente la maestra lo nombra para corregirle. Estuvo un momento pensativo y decidió mentir: Marcos le dijo a su señorita que había olvidado el cuaderno, pero no era así, lo tenía escondido debajo el banco.
Al día siguiente, Marcos, les contó todo a sus compañeros y ellos le acusaron a la maestra quién mandó a llamar a sus padres.
Al otro día los padres de Marcos llegaron a la escuela y la maestra los hizo pasar a la sala de computación, total allí nadie pasaba sin el permiso de la señorita a cargo de la sala. Estuvieron 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14... y hasta 15 minutos y, finalmente, los padres de Marcos salieron de la sala.
Él levantó su cabeza gacha, los miró y les preguntó: -¿ qué les dijo la señorita?
Los padres ni le contestaron.
Cuando Marcos llegó a su casa, los padres le pusieron una penitencia muy fea, feísima, consistía en no poder salir a jugar con sus amigos, no poder mirar televisión, no podía hacer nada.
Marcos estuvo aburrido por dos semanas hasta que al fin la penitencia se terminó. Estaba super contento por un lado, pero por el otro, arrepentido de haberle mentido tanto a la señorita. El lunes cuando fue a la escuela habló con ella y le pidió perdón. Marcos aprendió que mentir está muy mal.
ENSEÑANZA:
No hay que mentir, con la mentira no se llega a ningún lado, siempre hay que decir la verdad y estudiar para ser buenos alumnos.



EL PECECITO DURMIENTE

Había una vez un pececito durmiente que vivía en el mar.
Era el mar más frío del mundo y él estaba medio solitario ya que no había peces para jugar. Como siempre estaba aburrido, dormía y dormía... hasta que un día llegó agua más fría todavía, pero traía otros pececitos que se hicieron amigos del pececito durmiente y comenzaron a jugar y a divertirse.
El pececito no se llamó más durmiente, ahora se llama “el pececito alegre y juguetón”.
¡Qué lindo es tener amigos y saber jugar y divertirse con ellos!





UN PARTIDO DE FÚTBOL





Había una vez dos chicos amigos que jugaban al fútbol: Carlitos jugaba para Chanul, era arquero, y Juan jugaba para Fliny, era delantero.
Un día Chanul y Fliny tuvieron que jugar un partido y comenzaron los enfrentamientos.
Chanul hizo el primer gol enseguida y Juan le pegó a un jugador del equipo contrario.
Luego los de Chanul hicieron varios goles más y crecía la “bronca”, se decían cosas feas, hacían malos gestos, y el clima de juego agradable se terminó.
Al terminar el partido Carlitos y Juan discutieron mucho y se pelearon.
No debe pasarnos esto nunca. Hay que saber perder y ganar, respetar al adversario en juego y saber conservar la amistad ya que esto es muy importante.


EL PROBLEMA DEL MINOTAURO


En el país de los poderosos hay muchísimas luchas simplemente por el poder y los triunfos en las guerras. El monotauro, era un ser supremo y grandioso que vivía en el espacio y que protegía a los indefensos y a los más débiles.
Un buen día lo llamaron de la tierra porque ya no se podía vivir, la gente no convivía, robaban y peleaban.
Cuando el monotauro bajó de su nave y pisó la Tierra se dio cuenta de una cosa: tendría muchísimo trabajo. Debía ayudar a la gente y luchar por la razón de convivir y de que todos sean buenas personas... también observó que los niños tenían alma pura y pensó que con la ayuda de ellos podría lograr lo que quería.
Con sus poderes transfirió los sentimientos de los niños a los adultos y... ¡Qué maravilla, pasear por las calles de la tierra es un placer!... sin robos ni malas acciones, mucha convivencia y todos se ayudan.
¡Qué bueno sería que todas las personas del mundo pudieran dejar de lado la crueldad y la ambición y pudieran pensar y actuar con la inocencia de los niños, con grandeza de sentimientos para que el amor y la felicidad reemplacen a todos los sentimientos feos que causan mucho dolor!


CUMPLEAÑOS FELIZ


Una mañana Juan caminaba hacia la escuela, como todos los días. Detrás de un árbol encontró un paquete con un envoltorio azul. Sorprendido lo abrió y... ¡era un auto de juguete!. Contento lo guardó en su bolsillo y fue a clase.
Cuando volvía a casa, ansioso por jugar con el autito que había encontrado, vio a una señora que buscaba muy preocupada un paquete con envoltorio azul. Ella se lo había comprado a Pablo, su nieto, con mucho esfuerzo ya que era su cumpleaños.
Sin dudar, Juan devolvió el autito a la señora.
Ella, tan agradecida por el excelente gesto de Juan, lo invitó al cumple de Pablo. Así Juan y Pablo se conocieron y se hicieron amigos. Juan no se quedó con el autito y ganó a un nuevo amigo.


¿NO NOS GUSTARÍA VIVIR COMO EN EL FINAL DEL CUENTO? ASÍ NUESTRA SOCIEDAD SERÍA MÁS JUSTA, HUMANA Y SOLIDARIA.

UNA HISTORIA PARA APRENDER A DECIR LA VERDAD



El monotauro era una bestia mentirosa con todos sus amigos: el hombre araña, el dragón de dieciocho cabezas y el hombre pez.
Un día el monotauro salió a jugar con sus compañeros y les dijo que se había comprado un vídeo juego y eso era una gran mentira. Los amigos dijeron: -¡vamos a tu casa a jugar a los vídeos juegos! .
El monotauro les dijo que no lo dejaban, que no podía, que se tenía que ir... Los amigos se dieron cuenta de que era mentira e hicieron un plan para dejarlo solo y así aprendería a reconocer lo que había hecho.
Pasaron los días y el monotauro sentía que se quedaba solo, por eso decidió pedirles perdón a todos sus amigos. Un día hizo coraje y fue a la casa de sus compañeros y les pidió perdón por haber mentido. Como muy buenos amigos, todos perdonaron al momotauro que se había arrepentido de verdad y que había aprendido la lección de que no es necesario mentir y mucho menos aparentar de tener grandes cosas para tener amigos. Desde entonces todos vivieron felices.

ENSEÑANZA. No mentir ni aparentar tener muchas cosas para hacer más amigos. Por el contrario, decir la verdad es lo que nos permitirá hacer y conservar muchos amigos.


ARNICUS Y MERCURIUS EN UNA ISLA DESIERTA

Había una vez dos amigos que se fueron a pasar un fin de semana a una casa ubicada en una isla desierta.
A la tarde fueron a recoger frutos porque no se habían llevado nada para comer y caminaron mucho y se perdieron. La isla era muy grande y daban vueltas sin saber cómo volver a casa.
Ya de noche vieron una lucecita. Se acercaron y era otra casita de fin de semana. Golpearon las manos y los atendió un señor que se llama Silicium, que los hizo pasar y les dio comida y una cama para dormir.
Al día siguiente Arnicus y Mercurius comenzaron a buscar nuevamente el camino a su casa y agradecieron mucho al señor que los ayudó.
Es bueno ayudar a las personas que lo necesitan.

A VECES LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Había una vez, en un pueblo muy lejano y alegre, una perra llamada Queny, que estaba muy preocupada por sus padres enfermos. Solamente una planta podría salvarlos, pero esta planta estaba en medio de la selva.
Todos los amigos de la perra estaban muy preocupados y decidieron ir a casa de Jack, un lugareño que sabía cómo encontrar la planta curativa.
Jack no dudó en acompañarlos y todos juntos emprendieron el largo viaje internándose en la espesa selva.
Mientras caminaban, un tigre de feroz aspecto se les apareció. Todos, a coro, dijeron:
-OH, un tigre feroz, ¡nos comerá!
El tigre les contestó:
-no se asusten, nunca he comido a nadie. Yo sé lo que buscan, quedan pocos ejemplares de esa especie curativa. Yo conozco un atajo para llegar donde quedan las últimas plantas.
Luego de caminar junto al tigre, los amigos de Queny encontraron la planta que buscaban y emprendieron el regreso a casa, no sin antes agradecer inmensamente al tigre que los había guiado.
Este relato nos deja una gran enseñanza: no hay que juzgar a nadie sin conocerlo, tan sólo por las apariencias o por lo que se dice de él.


MARTÍN Y EL GIGANTE PABLO

Había una vez un campesino llamado Martín; él no tenía hogar porque vagaba de aquí para allá y molestaba a todos. Un día se acostó a la sombra de un árbol, cuando de repente oyó la voz del gigante llamado Pablo, que le dijo: -“Sal de mi territorio”-.
Martín, cansado de que este gigante molestara a todos, decidió idear un plan para que tuviera que irse del lugar. Fue cuando se levantó y le dijo: -“ Te juego tres apuestas, si yo gano no molestarás más a nadie y te conseguirás otro lugar y si yo pierdo tú molestarás a quien quieras y te quedarás aquí”-.
La primera apuesta que le propuso consistía en que el que comía más, ganaba. Martín fue a buscar dos terneros, luego trajo leña y prendió el fuego. Ya listo el asado, se comió todo su ternero, mientras Pablo, satisfecho, dormía. De esta manera Martín ganó esta vez y se quedó pensando en qué proponer para la otra apuesta. Antes de dormirse vio un gorrión que dormía en el árbol y esto le dio la idea.
Al día siguiente, Martín propuso arrojar un objeto, el que lo tirara más lejos sería el ganador. Pablo se buscó una piedra buena y Martín fue a buscar el gorrión dormido, que escuchó a la noche llegar a un árbol a dormir. Tiró primero el gigante Pablo y la piedra se veía como un puntito negro, luego Martín tiró el gorrión, que justo se despertó y comenzó a volar. El gigante creyó que nuevamente Martín le había ganado.
La tercera apuesta consistía en romper una piedra con los dientes.
Pablo se buscó una piedra bien dura, y Martín, sin que Pablo lo viera, peló una tuna, la llevó a la boca, la comió y mostró al gigante tres pepitas haciéndole creer que eran pedazos de piedra.
Desde ese día el gigante Pablo, derrotado, sigue mordiendo una `piedra tratando de romperla. Con eso se entretiene y no molesta a nadie. Y Martín se siente apenado y triste por haber engañado al gigante.
NUNCA SE DEBE ENGAÑAR A LAS PERSONAS, NI SIQUIERA CON LA EXCUSA DE HACER EL BIEN.


EL MAGO QUE PERDIÓ LA CONFIANZA EN SÍ MISMO

Cuentan que en un circo había un mago llamado Hans, que no hacía bien los trucos: en lugar de sacar palomas de su galera, sacaba mosquitos.
Un día, al atardecer, se le apareció un gran resplandor. Hans se quedó sorprendido y preguntó: -¿quién eres?
-Sólo vengo a decirte que no pierdas la esperanza ni la confianza en ti mismo- respondió el resplandor, y se retiró. Él no conocía la palabra esperanza ni la palabra fe.
A la noche siguiente el resplandor volvió a aparecer, y Hans le preguntó: -¿qué es la esperanza y la fe en tí mismo?-
Una voz que apareció del resplandor le contestó: -es confiar en ti mismo, en tus posibilidades, en tu esfuerzo, en lo que tienes adentro de tu corazón- y diciendo ésto se fue.
Toda la noche Hans practicó y practicó. A la mañana intentó hacer magia y sacó bonitas palomas.
Cuando fue al circo mostró lo que podía hacer y al final dijo:
“Señoras y señores: cuando ustedes no puedan hacer algo, no pierdan la esperanza ni la fe en sí mismo. Esfuércense y lograrán todo aquello que se propongan”.
Luego de haber aprendido esta enseñanza, el mago Hans vivió feliz para siempre.

jueves, 15 de abril de 2010

CUENTOS ESCRITOS POR CHICOS...

CIERTO DÍA, LOS CHICOS DE TERCER GRADO “C” Y SUS PAPIS,
COMENZARON A ESCRIBIR CUENTOS…
Y ESCRIBIERON ESTAS MARAVILLOSAS HISTORIAS QUE NOS PERMITEN INGRESAR A MUNDOS MARAVILLOS…



¡A DISFRUTARLOS EN FAMILIA!



LA ISLA ENCANTADA DEL REY MELENA

HACE MUCHÍSIMOS, PERO MUCHÍSIMOS AÑOS, EN UNA ISLA ENCANTADA, VIVÍAN TRES PRINCESAS, UN LEÓN LLAMADO MELENA Y OTROS ANIMALES SALVAJES. EN UN LUGAR LEJANO, EN OTRA ISLA, SE ENCONTRABA UN MALVADO GIGANTE, CON SU MASCOTA LLAMADA ROBERTO. PERO NO ERA UNA MASCOTA CUALQUIERA, NOOO, NADA DE ESO. LA MASCOTA DEL GIGANTE ERA… UN TIGRE.


UN TIGRE MUY MALO, MUY EGOÍSTA Y ENCIMA ESTABA MUY CELOSO DEL REY MELENA, PORQUE ÉL QUERÍA SER EL REY DE LA ISLA. EL LEÓN ERA LLAMADO ASÍ POR SU GRAN CABELLERA DE COLOR AMARILLO CON UN POCO DE ANARANJADO, SU CUERPO ERA GRANDE, ROBUSTO. TENÍA UNOS COLMILLOS Y GARRAS ENORMES, PERO LO MÁS IMPORTANTE ES QUE ERA BUENO CON LOS OTROS ANIMALES, AMABLE Y COMPARTÍA TODO CON ELLOS.

CIERTO DÍA, MIENTRAS EL REY Y SUS AMIGOS FESTEJABAN EL CUMPLEAÑOS DE LA GALLINA, EL GIGANTE Y EL TIGRE SE ESCONDIERON Y SORPRESIVAMENTE INTERRUMPIERON LA FIESTA. LAS PRINCESAS SE ASUSTARON MUCHO, Y LOS ANIMALES COMENZARON A CORRER POR TODOS LADOS PORQUE NO SABÍAN LO QUE ESTABA SUCEDIENDO, QUÉ INTENCIONES TENÍAN PARA ASUSTARLOS DE ESA FORMA. NUNCA ANTES LOS HABÍAN VISTO.
EL LEÓN, COMO REY DE LA ISLA, INTENTÓ HABLAR CON ELLOS, PERO NO QUISIERON ESCUCHARLO, LE REPROCHABA QUE ÉL TENÍA MUCHOS AMIGOS, COMÍA TODOS LOS DÍAS, Y CONVIVÍAN FELICES TODOS EN LA ISLA. ELLOS, EN CAMBIO, SE ENCONTRABAN SOLOS Y SIN NADA QUE COMPARTIR.
LAS PRINCESAS, AL ESCUCHAR LA CONVERSACIÓN, SE PUSIERON MUY TRISTES Y PENSARON…”QUÉ FEO DEBE SER ESTAR SOLO, SIN AMIGOS QUE TE ACOMPAÑEN”; ENTONCES DECIDIERON ENTRE TODOS, INVITARLOS A LA FIESTA, E HICIERON UN PACTO DE AMISTAD.
EL GIGANTE Y EL TIGRE, SE PUSIERON MUY CONTENTOS, DE TENER NUEVOS AMIGOS, PERO SOBRE TODO APRENDIERON A COMPARTIR Y CONVIVIERON PARA SIEMPRE JUNTOS.


EL GRAN ZOOLÓGICO

CIERTA VEZ, EN EL GRAN ZOOLÓGICO, EN UNA NOCHE SERENA, LOS ANIMALES COMENZARON A ALBOROTARSE. FUE CUANDO EL GRANJERO TOMÓ EL TRENCITO Y FUE A RECORRER EL LUGAR. ASOMBRADO VIO QUE LA MONA ESTABA MUY INQUIETA, EL PERRO LADRABA SIN PARAR Y LA LAGARTIJA NO ESTABA EN SU JAULA.


FUE RÁPIDO A BUSCAR A LAS VETERINARIAS DEL ZOOLÓGICO QUE ESTABAN DESCANSANDO. MIENTRAS ELLAS REVISABAN A LOS ANIMALES, EL GRANJERO SIGUIÓ EN EL TRENCITO RECORRIENDO PARA VER QUE TODO ESTUVIERA EN ORDEN: FUE AL SERPENTARIO, AL ACUARIO, PASÓ POR LA LAGUNA DE LOS PATOS Y COMPROBÓ QUE TODO ESTABA BIEN.

FUE A REUNIRSE CON LAS VETERINARIOS, ELLAS LE COMENTARON QUE LO ÚNICO QUE PASABA ERA QUE LA PICARONA LAGARTIJA MOLESTABA A TODOS MIENTRAS DORMÍAN, INTERRUMPIÉNDOLES EL SUEÑO.
JUNTOS ENTONCES TOMARON UNA IMPORTANTE DESICIÓN: MUDAR A LA LAGARTIJA A UN LUGAR MÁS SEGURO DONDE YA NO PUEDA ESCAPARSE Y ASÍ LOS ANIMALES PODRÍAN VIVIR MÁS TRANQUILOS Y DESCANSAR COMO TODOS MERECEN.
DESDE ESE ENTONCES, LA LAGARTIJA APRENDIÓ LA LECCIÓN: “NO DEBE MOLESTAR A LOS COMPAÑEROS, A LOS VECINOS”. DESPUÉS DE UNOS DÍAS, LOS ANIMALES, EL GRANJERO Y LAS VETERINARIAS LE DIERON UNA NUEVA OPORTUNIDAD Y COMO ELLA HABÍA APRENDIDO LA LECCIÓN PUDO CONVIVIR CON SUS COMPAÑEROS.


LA GRANJA DE MARÍA

OCURRIÓ UNA VEZ, EN UNA GRANJA ALEJADA, DONDE EL RUIDO Y EL DESORDEN ERA COSA DE TODOS LOS DÍAS, UNA ANÉCDOTA DE TRABAJO QUE SIRVIÓ DE LECCIÓN. ALLÍ VIVÍAN MARÍA, LA GALLINA COLORADA, DE PLUMAS MUY SUAVES Y PICO DELICADO JUNTO CON OTROS ANIMALITOS Y EL ZORRO JOSÉ ALBERTO, FLACO, DE OJOS SALTONES Y PATAS LARGAS. TAMBIÉN VIVÍA ALLÍ EL FAMOSO GATITO MIRRIMIS.

MARÍA HABÍA SEMBRADO GRANOS DE TRIGO Y LOS HABÍA CUIDADO CON ESMERO PARA QUE DIERAN FRUTOS. CUANDO POR FIN EL TRIGO ESTUVO LISTO, MARÍA PIDIÓ AYUDA A LOS ANIMALES DE LA GRANJA PARA COSECHARLO. TODOS COLABORARON MENOS JOSÉ ALBERTO Y EL GATO MIRRIMIS, QUE MIRABAN Y SE REÍAN AL VERLOS TRABAJAR.
AL LLEVAR EL TRIGO AL MOLINO, TODOS LOS ANIMALITOS VOLVIERON A AYUDAR A MARÍA: HASTA LA TORTURA MARTINA, QUE ERA LENTA Y VIEJITA, PERO EL ZORRO Y EL GATO SE SEGUÍAN BURLANDO.

LA HORA DE PREPARAR LA MASA PARA HACER EL PAN, TODOS COLABORARON, INCLUSO LOS SUAVES Y PEQUEÑOS POLLITOS BEBÉS.
EL ZORRO HARAGÁN Y EL GATO MAÑOSO SEGUÍAN RIÉNDOSE AL VER A LOS ANIMALES ESFORZARSE.
CUANDO EL PAN ESTUVO LISTO, LOS PRIMEROS EN LLEGAR A BUSCAR SU PORCIÓN FUERON EL ZORRO Y EL GATO; PERO POR SUPUESTO, NO LES DIERON.
MARÍA, MARTINA Y LOS POLLITOS COMIERON FELICES DEL PAN PRODUCTO DE SU ESFUERZO, MIENTRAS LOS HARAGANES, CON OJOS SALTONES, MIRABAN DESDE LA VENTANA.
FUE ENTONCES QUE JOSÉ ALBERTO Y MIRRIMIS APRENDIERON LA LECCIÓN: QUE SIN ESFUERZO Y DEDICACIÓN NADA OBTENDRÍAN.
EL CAMPEONATO DE LA SELVA
En la selva se jugaba, cada año, un campeonato de fútbol donde participaban distintos equipos integrados por animales que vivían en el lugar.
Uno de los equipos, llamado “Equipo de la selva”, buscaba un buen arquero. Los animales no tardaron en postularse como candidatos.
El rinoceronte fue el primero en ofrecerse, pero los integrantes del equipo le dijeron que no lo dejarían ingresar porque era muy grande y no sería ágil.
Después se ofreció la jirafa. La tomaron a prueba pensando que iban a tener buenos resultados, pero cuando le tiraban la pelota vieron que nunca la atajaba. Claro, como su cuello es tan largo, ella no podía ver al fútbol que entraba al arco por abajo.
Luego se ofreció la zurita, que también falló debido a que era muy chiquita y no alcanzaba a ver cuando tiraban alto.
Mientras ocurría todo esto, el rinoceronte no dejaba de aclamar que lo probaran a él. Como después de tantas pruebas fallidas el único que quedaba era él, decidieron probarlo. El rinoceronte sorprendió a todos, era muy ágil, un excelente arquero, por lo que pasó a integrar el equipo que, con tan buenos jugadores y el mejor arquero de la selva, ganó el campeonato sin perder ningún partido.
ASÍ ES QUE TODOS EN LA SELVA APRENDIERON A NO JUZGAR POR LAS APARIENCIAS.
UNA LECCIÓN DE AMIGOS
Había una vez un niño llamado Arnicus que era muy egoísta con sus tres amigos. Estos cuatro amigos tenían cualidades muy especiales. Libelius era muy generoso, Mercurius era muy bondadoso porque se las ingeniaba para regalarles a sus amigos lo que necesitaban, Silicium era una niña que siempre estaba dispuesta a ayudar a todos y... Arnicus era el único egoísta.
Un día Arnicus salió a pasear y se encontró con sus tres amigos. Ellos lo saludaron amablemente, pero Arnicus, tan mal amigo, cruzó la calle haciéndose el que no los conocía. Sus amigos agacharon la cabeza y siguieron tristes y preocupados.
Mercurius tuvo una idea: hacer un plan para hacer reaccionar a Arnicus y lograr que se le pase la maldad y el egoísmo. El plan consistió en dejarlo solo.
Pasaron tres semanas y Arnicus de dio cuenta de que se había quedado solo y triste, sin ningún amigo. Así fue que se arrepintió de haber actuado así con sus amigos y decidió pedirles disculpas. Ellos lo perdonaron y fueron felices para siempre.

Para cuidar a los amigos debemos saber compartir, tratar bien a todos y también es fundamental reconocer cuando actuamos mal y pedir disculpas, ¡de esta manera tendremos muchísimos amigos!