¡¡¡BIENVENIDOS!!!

Este será nuestro espacio en INTERNET para compartir producciones. Los invito a leer las hermosas "ocurrencias" de sus compañeros, las de papá, mamá y abuelas que con tanto agrado nos acompañan en los talleres de escritura y a...ANIMARSE Y ESCRIBIR AQUÍ ESOS CUENTOS MARAVILLOSOS QUE ESCRIBEN EN SUS CUADERNOS.
¡ADELANTE CHICOS!
JUNTOS, (USTEDES, SUS FAMILIAS Y YO), RECORREREMOS ESTA HERMOSA EXPERIENCIA.
LA SEÑO.

lunes, 26 de abril de 2010

CUENTOS PARA REFLEXIONAR







SILICIUM ESTÁ EN PROBLEMAS


Cierta vez, en un bosque muy lejano vivían cuatro caballeros que se ayudaban continuamente. Eran muy amigos porque eran los únicos hombres que vivían en todo el bosque. Sus nombres eran: Arnicus, Silicium, Libelius y Mercurius.
Arnicus era un caballero bueno, porque todo el día ayudaba a sus amigos a cazar lo que necesitaban para sobrevivir.
Mercurius era un gran amigo, generoso, solidario y tolerante con los demás. Para él no importaban las diferencias.
Silicium era el que más conocía de caza de animales salvajes y no dudaba en compartirlo con sus amigos.
Libelius era bueno y tolerante, y siempre aconsejaba a los demás para que fueran como él. Un día soleado salió a caminar y de repente se encontró con Silicium que había quedado atrapado en una trampa para osos. Arnicus hizo todo lo que pudo para sacarlo pero no lo logró, entonces fue corriendo a buscar a sus otros amigos. Cuando todos llegaron, Silicium estaba allí, esperando pacientemente.
Entre todos hicieron un gran esfuerzo para rescatarlo y lo lograron. Silicium agradeció a todos y se fueron contentísimos


ENSEÑANZA: siempre debemos ayudarnos unos a otros, sin importar las diferencias, actitudes o profesiones.



LAS MENTIRAS DE MARCOS




Había una vez un niño llamado Marcos, a él le encantaba mucho mentir.
Un día Marcos fue a la escuela y no había realizado las tareas cuando de repente la maestra lo nombra para corregirle. Estuvo un momento pensativo y decidió mentir: Marcos le dijo a su señorita que había olvidado el cuaderno, pero no era así, lo tenía escondido debajo el banco.
Al día siguiente, Marcos, les contó todo a sus compañeros y ellos le acusaron a la maestra quién mandó a llamar a sus padres.
Al otro día los padres de Marcos llegaron a la escuela y la maestra los hizo pasar a la sala de computación, total allí nadie pasaba sin el permiso de la señorita a cargo de la sala. Estuvieron 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14... y hasta 15 minutos y, finalmente, los padres de Marcos salieron de la sala.
Él levantó su cabeza gacha, los miró y les preguntó: -¿ qué les dijo la señorita?
Los padres ni le contestaron.
Cuando Marcos llegó a su casa, los padres le pusieron una penitencia muy fea, feísima, consistía en no poder salir a jugar con sus amigos, no poder mirar televisión, no podía hacer nada.
Marcos estuvo aburrido por dos semanas hasta que al fin la penitencia se terminó. Estaba super contento por un lado, pero por el otro, arrepentido de haberle mentido tanto a la señorita. El lunes cuando fue a la escuela habló con ella y le pidió perdón. Marcos aprendió que mentir está muy mal.
ENSEÑANZA:
No hay que mentir, con la mentira no se llega a ningún lado, siempre hay que decir la verdad y estudiar para ser buenos alumnos.



EL PECECITO DURMIENTE

Había una vez un pececito durmiente que vivía en el mar.
Era el mar más frío del mundo y él estaba medio solitario ya que no había peces para jugar. Como siempre estaba aburrido, dormía y dormía... hasta que un día llegó agua más fría todavía, pero traía otros pececitos que se hicieron amigos del pececito durmiente y comenzaron a jugar y a divertirse.
El pececito no se llamó más durmiente, ahora se llama “el pececito alegre y juguetón”.
¡Qué lindo es tener amigos y saber jugar y divertirse con ellos!





UN PARTIDO DE FÚTBOL





Había una vez dos chicos amigos que jugaban al fútbol: Carlitos jugaba para Chanul, era arquero, y Juan jugaba para Fliny, era delantero.
Un día Chanul y Fliny tuvieron que jugar un partido y comenzaron los enfrentamientos.
Chanul hizo el primer gol enseguida y Juan le pegó a un jugador del equipo contrario.
Luego los de Chanul hicieron varios goles más y crecía la “bronca”, se decían cosas feas, hacían malos gestos, y el clima de juego agradable se terminó.
Al terminar el partido Carlitos y Juan discutieron mucho y se pelearon.
No debe pasarnos esto nunca. Hay que saber perder y ganar, respetar al adversario en juego y saber conservar la amistad ya que esto es muy importante.


EL PROBLEMA DEL MINOTAURO


En el país de los poderosos hay muchísimas luchas simplemente por el poder y los triunfos en las guerras. El monotauro, era un ser supremo y grandioso que vivía en el espacio y que protegía a los indefensos y a los más débiles.
Un buen día lo llamaron de la tierra porque ya no se podía vivir, la gente no convivía, robaban y peleaban.
Cuando el monotauro bajó de su nave y pisó la Tierra se dio cuenta de una cosa: tendría muchísimo trabajo. Debía ayudar a la gente y luchar por la razón de convivir y de que todos sean buenas personas... también observó que los niños tenían alma pura y pensó que con la ayuda de ellos podría lograr lo que quería.
Con sus poderes transfirió los sentimientos de los niños a los adultos y... ¡Qué maravilla, pasear por las calles de la tierra es un placer!... sin robos ni malas acciones, mucha convivencia y todos se ayudan.
¡Qué bueno sería que todas las personas del mundo pudieran dejar de lado la crueldad y la ambición y pudieran pensar y actuar con la inocencia de los niños, con grandeza de sentimientos para que el amor y la felicidad reemplacen a todos los sentimientos feos que causan mucho dolor!


CUMPLEAÑOS FELIZ


Una mañana Juan caminaba hacia la escuela, como todos los días. Detrás de un árbol encontró un paquete con un envoltorio azul. Sorprendido lo abrió y... ¡era un auto de juguete!. Contento lo guardó en su bolsillo y fue a clase.
Cuando volvía a casa, ansioso por jugar con el autito que había encontrado, vio a una señora que buscaba muy preocupada un paquete con envoltorio azul. Ella se lo había comprado a Pablo, su nieto, con mucho esfuerzo ya que era su cumpleaños.
Sin dudar, Juan devolvió el autito a la señora.
Ella, tan agradecida por el excelente gesto de Juan, lo invitó al cumple de Pablo. Así Juan y Pablo se conocieron y se hicieron amigos. Juan no se quedó con el autito y ganó a un nuevo amigo.


¿NO NOS GUSTARÍA VIVIR COMO EN EL FINAL DEL CUENTO? ASÍ NUESTRA SOCIEDAD SERÍA MÁS JUSTA, HUMANA Y SOLIDARIA.

UNA HISTORIA PARA APRENDER A DECIR LA VERDAD



El monotauro era una bestia mentirosa con todos sus amigos: el hombre araña, el dragón de dieciocho cabezas y el hombre pez.
Un día el monotauro salió a jugar con sus compañeros y les dijo que se había comprado un vídeo juego y eso era una gran mentira. Los amigos dijeron: -¡vamos a tu casa a jugar a los vídeos juegos! .
El monotauro les dijo que no lo dejaban, que no podía, que se tenía que ir... Los amigos se dieron cuenta de que era mentira e hicieron un plan para dejarlo solo y así aprendería a reconocer lo que había hecho.
Pasaron los días y el monotauro sentía que se quedaba solo, por eso decidió pedirles perdón a todos sus amigos. Un día hizo coraje y fue a la casa de sus compañeros y les pidió perdón por haber mentido. Como muy buenos amigos, todos perdonaron al momotauro que se había arrepentido de verdad y que había aprendido la lección de que no es necesario mentir y mucho menos aparentar de tener grandes cosas para tener amigos. Desde entonces todos vivieron felices.

ENSEÑANZA. No mentir ni aparentar tener muchas cosas para hacer más amigos. Por el contrario, decir la verdad es lo que nos permitirá hacer y conservar muchos amigos.


ARNICUS Y MERCURIUS EN UNA ISLA DESIERTA

Había una vez dos amigos que se fueron a pasar un fin de semana a una casa ubicada en una isla desierta.
A la tarde fueron a recoger frutos porque no se habían llevado nada para comer y caminaron mucho y se perdieron. La isla era muy grande y daban vueltas sin saber cómo volver a casa.
Ya de noche vieron una lucecita. Se acercaron y era otra casita de fin de semana. Golpearon las manos y los atendió un señor que se llama Silicium, que los hizo pasar y les dio comida y una cama para dormir.
Al día siguiente Arnicus y Mercurius comenzaron a buscar nuevamente el camino a su casa y agradecieron mucho al señor que los ayudó.
Es bueno ayudar a las personas que lo necesitan.

A VECES LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Había una vez, en un pueblo muy lejano y alegre, una perra llamada Queny, que estaba muy preocupada por sus padres enfermos. Solamente una planta podría salvarlos, pero esta planta estaba en medio de la selva.
Todos los amigos de la perra estaban muy preocupados y decidieron ir a casa de Jack, un lugareño que sabía cómo encontrar la planta curativa.
Jack no dudó en acompañarlos y todos juntos emprendieron el largo viaje internándose en la espesa selva.
Mientras caminaban, un tigre de feroz aspecto se les apareció. Todos, a coro, dijeron:
-OH, un tigre feroz, ¡nos comerá!
El tigre les contestó:
-no se asusten, nunca he comido a nadie. Yo sé lo que buscan, quedan pocos ejemplares de esa especie curativa. Yo conozco un atajo para llegar donde quedan las últimas plantas.
Luego de caminar junto al tigre, los amigos de Queny encontraron la planta que buscaban y emprendieron el regreso a casa, no sin antes agradecer inmensamente al tigre que los había guiado.
Este relato nos deja una gran enseñanza: no hay que juzgar a nadie sin conocerlo, tan sólo por las apariencias o por lo que se dice de él.


MARTÍN Y EL GIGANTE PABLO

Había una vez un campesino llamado Martín; él no tenía hogar porque vagaba de aquí para allá y molestaba a todos. Un día se acostó a la sombra de un árbol, cuando de repente oyó la voz del gigante llamado Pablo, que le dijo: -“Sal de mi territorio”-.
Martín, cansado de que este gigante molestara a todos, decidió idear un plan para que tuviera que irse del lugar. Fue cuando se levantó y le dijo: -“ Te juego tres apuestas, si yo gano no molestarás más a nadie y te conseguirás otro lugar y si yo pierdo tú molestarás a quien quieras y te quedarás aquí”-.
La primera apuesta que le propuso consistía en que el que comía más, ganaba. Martín fue a buscar dos terneros, luego trajo leña y prendió el fuego. Ya listo el asado, se comió todo su ternero, mientras Pablo, satisfecho, dormía. De esta manera Martín ganó esta vez y se quedó pensando en qué proponer para la otra apuesta. Antes de dormirse vio un gorrión que dormía en el árbol y esto le dio la idea.
Al día siguiente, Martín propuso arrojar un objeto, el que lo tirara más lejos sería el ganador. Pablo se buscó una piedra buena y Martín fue a buscar el gorrión dormido, que escuchó a la noche llegar a un árbol a dormir. Tiró primero el gigante Pablo y la piedra se veía como un puntito negro, luego Martín tiró el gorrión, que justo se despertó y comenzó a volar. El gigante creyó que nuevamente Martín le había ganado.
La tercera apuesta consistía en romper una piedra con los dientes.
Pablo se buscó una piedra bien dura, y Martín, sin que Pablo lo viera, peló una tuna, la llevó a la boca, la comió y mostró al gigante tres pepitas haciéndole creer que eran pedazos de piedra.
Desde ese día el gigante Pablo, derrotado, sigue mordiendo una `piedra tratando de romperla. Con eso se entretiene y no molesta a nadie. Y Martín se siente apenado y triste por haber engañado al gigante.
NUNCA SE DEBE ENGAÑAR A LAS PERSONAS, NI SIQUIERA CON LA EXCUSA DE HACER EL BIEN.


EL MAGO QUE PERDIÓ LA CONFIANZA EN SÍ MISMO

Cuentan que en un circo había un mago llamado Hans, que no hacía bien los trucos: en lugar de sacar palomas de su galera, sacaba mosquitos.
Un día, al atardecer, se le apareció un gran resplandor. Hans se quedó sorprendido y preguntó: -¿quién eres?
-Sólo vengo a decirte que no pierdas la esperanza ni la confianza en ti mismo- respondió el resplandor, y se retiró. Él no conocía la palabra esperanza ni la palabra fe.
A la noche siguiente el resplandor volvió a aparecer, y Hans le preguntó: -¿qué es la esperanza y la fe en tí mismo?-
Una voz que apareció del resplandor le contestó: -es confiar en ti mismo, en tus posibilidades, en tu esfuerzo, en lo que tienes adentro de tu corazón- y diciendo ésto se fue.
Toda la noche Hans practicó y practicó. A la mañana intentó hacer magia y sacó bonitas palomas.
Cuando fue al circo mostró lo que podía hacer y al final dijo:
“Señoras y señores: cuando ustedes no puedan hacer algo, no pierdan la esperanza ni la fe en sí mismo. Esfuércense y lograrán todo aquello que se propongan”.
Luego de haber aprendido esta enseñanza, el mago Hans vivió feliz para siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos cuentos sí que te dejan mensajes para reflexionar... son muy ricos en valores. Tuvieron una gran idea chicos...
NANCY.

Anónimo dijo...

Estuvo muy bueno. Gracias